tarde de reuniones

13/07/2010

Lo dicho, tarde de reuniones. Ivonne será mi guía, que genial. Primera parada, 'el común', asociación comunitaria y social que aborda problemáticas o temas de campesinado, género, medio ambiente y demás. Una sede importante para el pueblo. Los del común son socios de la emisora comunitaria 'La Cometa'. En esta visita he conocido a José, un sangileño de toda la vida, un pequeño gran hombre preocupado por su pueblo y las gentes que lo habitan. Un hombre dedicado, en definitiva, a los demás. De seguido, nos fuimos para el centro penitenciario. La razón, escuchar la propuesta de creación de una ‘radio de la cárcel’ que un recluso había pensado. Su proyecto contempla el trabajo radial dentro de la cárcel de San Gil. En la reunión, un montón de militares guardianes, un par de presos, la directora del centro penitenciario, dos psicólogos, Fernando (mi ‘pa’ de santandereano y director de Resander), doña Fani, directora de ‘La Cometa’ y servidora. Muy graciosa mi diminuta presencia entre tanta personalidad. Me he quedado fascinada con el talante de todos ellos y las ganas de trabajar que demostraron. Resulta que el preso que convocó la reunión fue un hombre muy metido en los medios de comunicación comunitarios de la zona. Lo conocían desde antes de delinquir. Su encierro fue para todos un gran palo. Al recluso se le vio emocionado en el encuentro que tuvimos. Casi entrada la noche volvimos a la sede de Resander para celebrar un encuentro-reunión del equipo de trabajo. Ahora estoy a unos minutos de meterme otra vez en mi camita sangileña. He estado un ratito en la planta de abajo, después de la cena, viendo King Kon con el hijo pequeño de Fer y Sonia. Nico tiene catorce años, es guapísimo y me pasa dos cabezas de altura. Está enamoradísimo de una nena de su clase. Mi cuarto (que es el suyo) está forrado con las cartas de amor que se dedican. La hija de la familia, Tefa (de Estefanía), que también está muy enamorada, acaba de asomar su cabecita por el cuarto para darme las buenas noches. Hoy me han confundido por cuarta vez con ella. También los hay que creen que somos primas. Nos parecemos, qué gracia. Los vecinos del pueblo están prácticamente convencidos de que soy una familiar llegada de alguna parte. Fer dice que mis antepasados se dejaron un gen durante la conquista. Os dejo una foto de San Gil.