En la primera imagen, Iván y Mónica (de Colombia Multicolor), compartiendo con nosotros un plato tradicional bogotano: El Ajiaco, reconocimiento gastronómico de Bogotá. Ha de contener, obligatoriamente, las tres clases de papa (patata) que se dan por aquí. Papa criolla, papa sabanera (de la zona colombiana de Boyacá) y papa pastusa (de la Región de Nariño, también en Colombia). Añadiremos una pieza de pollo y sopa de base. Dicen que "sin guasca no hay ajiaco" La guasca es una hojita que vale como condimento para darle al potaje cierto sabor ahumado. Al gusto y al servirlo, le pondremos crema de leche, alcaparras y una mazorca de maíz tierno previamente cocinado junto al resto del potaje. Ha de ser un maíz "biche", o "choclo" (el que se fue antes del campo, con grano blandito pero ya formado). En plato a parte para el acompañamiento, arroz blanco y aguacate.
Otro día, también por la capital, Gladytas y Vanto nos invitaron a un "deli" almuerzo (comida, para nosotros). Aquí va el menú recomendado por el que opté. Lomo "al trapo" y "Calentado"...casi nada.
Lomo al trapo: porción de lomo de cerdo envuelto en un trapo de lino. La pelotita que se nos queda de la operación se lanza a cocinar sobre ascuas de leña. En esta ocasión, lo acompañamos con una ensalada a varios colores, con aguacate, lechuga verde y morada. Al ladito, una mezcla de papa con queso y varias salsas.
Calentado: Es un término que engloba y familiariza a casi todas las culturas colombianas. Son los excedentes de la comida del día anterior, con huevo batido y cocinado en sartén. Entonces, hay calentados de muchas cosas. Son revueltos de las sobras. Una buena forma de no tirar comida a la basura, en estos tiempos donde, por desgracia, el mundo sigue asociado a problemas de hambre y desnutrición.
Como me descuide vuelvo redonda...
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